domingo, 18 de mayo de 2008

Ultimos días en México

¡Muy buenas!

Aquí va el último post de nuestro viaje a México. Volvimos a encontrarnos toda la pandilla basura en el D.F.: unos por tierra y otros por aire. Nos queda un único día para visitar las cosillas que nos dejamos pendientes, como por ejemplo, el Museo Nacional de Antropología.

El museo es enorme, así que tuvimos que decidir qué partes visitar. Nos decidimos por lo más importante, Teotihuacan, Mexicas y Mayas. Está todo muy bien montado y conservado, y hay mucha cantidad de piezas -sólo echamos en falta más información-. En la sala de los Mexicas nos encontramos con la famosa piedra de adoración al Sol, popularmente conocida como el calendario Azteca. Es la de la foto:

Salimos del museo y nos comemos unas frutas y unas tortas de volada, no tenemos mucho tiempo. Vamos a visitar el bosque de Chapultepec. Es uno de los pocos parques que existen en la enorme ciudad, un pequeño pulmoncito. De ahí nos vamos al mercado de La Ciudadela para gastarnos los últimos pesos en regalos. Las distancias son enormes y los taxis están prohibidos. Tanto las guías de viajes que llevamos, como nuestros amigos mexicanos, nos dicen que no agarremos taxis, que son peligrosos. La gente pinta su coche particular como si fuera un taxi y se pasean por zonas guiris para asaltarte. También roban los taxis a los taxistas y hacen lo mismo... Decidimos agarrar un autobús para ir a nuestro destino. Después del mercado vamos a dar una vuelta a pie por el centro histórico.

Impresiona ver a tanta gente en la calle, el tráfico es constante, día y noche, es algo indescriptible. Es una ciudad de 25 millones de habitantes que no para nunca, hay un montón de tiendas, de puestecillos callejeros, te venden chicles, cd's piratas, tortas, tacos, fruta, telas, globos, lo que sea. El olor a tortilla de maiz es habitual, como los claxons de lo coches, aquí solo hay una ley: la del más fuerte. Los coches de policía no paran de patrullar, en fin, no lo puedo describir en un post, hay que verlo. Como curiosidad: muchos edificios están torcidos, el terreno es poco estable porque la ciudad está asentada sobre un antiguo lago (Texcoco). Llegamos hasta la plaza de Santo Domingo, la segunda más importante después del zócalo, donde hay un cobertizo con imprentas y una bonita iglesia.

De la plaza de Santo domingo nos movemos a la de Zócalo para dar una última vuelta...

... y volvemos al hotel para descansar un rato y coger fuerzas para el último cenote, esta vez nos acompañaron la hermana y el sobrino de Daniel, Claudia y Kevin, y la esposa de chucho. Aprovechamos para zamparnos las últimas quesadillas... ñam ñam

¡Y se acabó!, ya estamos de vuelta en Madrid. Lo hemos pasado estupendamente, el tiempo se ha pasado volando, y ya estamos pensando destino para las próximas vaciones...

No hay comentarios: